Antes de ahondar en el siguiente tópico, conozcamos las figuras musicales.
Las figuras musicales son símbolos que tienen una duración particular, y con las que podemos hacer cientos de combinaciones para expresar una idea musical.
Lo explicaremos de la siguiente manera: La figura "madre", es la redonda, que es una unidad de cuya subdivisión nacen otras figuras, detalladas a continuación.
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Blanca
Negra
Corchea
Semi corchea
Cada figura tiene un valor asociado. La Redonda vale 4 tiempos, por ende, la blanca, al ser la mitad de una redonda, vale 2 tiempos. La negra es la mitad de una blanca, por lo que vale un tiempo, y así sucesivamente.

Las figuras musicales se pueden componer de tres partes: La plica, la cabeza y el corchete.

Evidentemente, la redonda sólo tiene cabeza, y la negra no posee corchete.
Además, cada figura musical tiene asociado un silencio, símbolo que se utiliza para indicar una pausa, y que tiene la misma duración que su figura madre. Esto lo iremos incorporando a medida que vayamos practicando, por lo que no es necesario aprenderlo de memoria. Veamos como se sitúan los silencios en una partitura:

Por último, un cuadro resumen:

Con estas figuras básicas es que podemos hacer combinaciones para crear un ritmo determinado. Veamos ahora dónde hemos de colocar estos ritmos y bajo qué reglas.
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